Los indices delictuales que se traducen en una "sensación de inseguridad", fenómeno creciente en nuestro país, han despertado distintas formas de "combate" al problema de la delincuencia. Ya hemos visto alarmas, enrejados de casas y hasta alambres electrificados, pero curioso es el caso de uno de los barrios de la Ciudad de Cipolletti, cuyos vecinos se organizaron para realizar un cercado en uno de los perímetros del mismo.

Esta medida funciona como una restricción a la forma de ingreso y egreso, lo que se considera que podría ayudar a bajar la taza de los delitos que afectan a la propiedad (robo y hurto).

La incógnita que suscita es:
¿Qué tan efectiva puede ser la restricción de uno de los perímetros?
Considero que no justifica tomar esta medida como un medio para intentar combatir el delito.
Ahora pensemos que sucedería si se avanzare con ésta y se cercaran más sectores del barrio, posiblemente estaríamos ante una nueva disposición barrio "sui generis" o "híbrida" próxima a lo que es un barrio residencial o cerrado. Esto conllevaría a un mayor control en los accesos, ya sea por los propios vecinos con una organización interna o con seguridad privada contratada por los mismos.
Hasta aquí parecería ser muy claro, pero:
¿cómo se hace para distinguir a quienes ingresan a delinquir de quienes no?
Lamentablemente es aquí donde considero que comienza a construirse el indice de "peligrosidad" casi objetivo de las personas que allí transitan. Tomemos en consideración que en este barrio se ubican dos establecimientos de escolarización de índole publica a los cuales asisten en su mayoría estudiantes que no habitan en el mismo, como así también estudiantes universitarios de la carrera de Medicina que pasean por sus extensas y agradables plazas debido a su cercanía con la facultad, sumado a los visitantes que por una u otra razón ingresan al barrio. Esto conlleva a mi entender una actitud discriminadora principalmente a un determinado sector social por el estereotipo de "delincuente" que existe en el imaginario social. Con esto no quiero desmerecer el derecho de los vecinos de defender su propiedad privada, pero considero que la medida a adoptar no ataca el problema de raíz y se suma a la lista de "soluciones cosméticas".
Pensemos que ocurriría si otros, o todos los barrios de la ciudad intentasen tomar dicha medida, lógicamente solo los de mayor ingreso podrían acceder a ella y de allí suscitaría una notable medida discriminatoria a mi entender.
Muchas veces nos preguntamos:
¿cómo extinguir este tipo de conflictos?
Considero que la salida es la educación, más y mejor de ella colaborara a bajar el indice delictual de raíz, pero para esto necesitamos la colaboración de todos los ordenes del estado y de la población en su conjunto; por lo que quizás el municipio de la ciudad debiere concentrar sus recursos en otros actos en lugar de apoyar estos. Reitero que no es mi intención menospreciar la búsqueda de un solución rápida y efectiva a la problemática, pero en el afán de realizarlo no se estaría pensando en algo integral, y quizás si se tome una medida con efectos más nocivos que positivos.
Si bien el lector puede considerar que estoy extendiendo los alcances de la posible medida, considero que de permitirse legalmente, podemos pensar que la norma no frene sus limites en un futuro y que pueda ser posible el panorama el cual relaté.
Si bien el lector puede considerar que estoy extendiendo los alcances de la posible medida, considero que de permitirse legalmente, podemos pensar que la norma no frene sus limites en un futuro y que pueda ser posible el panorama el cual relaté.
Recordemos que la generalidad de la norma para impedir la transgresión de un pequeño grupo, priva a toda la población en su conjunto.
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