
La polémica en torno a la cosificación del cuerpo femenino es una constante en nuestros días, pero sin ningún lugar a dudas, la lucha por la independencia de la mujer respecto a la sociedad en la que estamos inmersos merece una discusión en donde aflore la conciencia de los problemas estructurales, no para que esto signifique un poder de la mujer por sobre los hombres sino un poder sobre ellas mismas, en un sentido de independencia y libertad, cuestión adeudada aún en nuestros tiempos.

Voy a intentar graficar el problema de la cosificación del cuerpo femenino con el siguiente ejemplo: por un lado imaginemos la portada de una revista pornográfica, posiblemente tendría a una mujer desnuda y algún componente de manifiesta connotación sexual que puede ir desde la gesticulación, la pose, etc; es claro que el mensaje contenido busca una determinada reacción del receptor, que además presupone la capacidad del mismo de codificar el mensaje que justamente se quiere brindar. Ahora imagínense ingresar al
Museo del Louvre en Francia y toparse con la estatua de la
Venus de Milo, la cual se considera que representa a la
Diosa Afrodita, sin lugar a dudas podríamos apreciar la perfección de dicha obra y decodificar el mensaje de la misma, o sea representar una deidad del amor y la belleza en una figura femenina, pero nos parecería una actitud que roza lo
"patológico" pensar que alguien puede sentirse "excitado" al apreciar esta obra por tratarse de un desnudo artístico.
Existe de forma inequívoca, una diferencia abismal entre los dos ejemplos que acabo de describir, porque aunque estemos ante dos desnudos, el contenido del mensaje es distinto en ambos, con esto quiero decir que el receptor puede ser el mismo y el mensaje no varía, si existe la misma reacción frente a ambos es por un problema de decodificación del receptor.
Entonces, si sostenemos la tesis de que la intencionalidad es una cuestión relativa al emisor y no al receptor, podremos entender que no toda presencia de una figura femenina implica un mensaje de sensualidad o incitación sexual, si y solo si la emisora desea transmitir dicho mensaje lo será, pero si el receptor considera que puede a su voluntad interpretar todo tipo de fenómeno a su arbitrio, estamos ante una peligrosa situación.
Es por ello que ente el abusador que sostiene que la victima lo provocó y aquel que sostiene que las mujeres se visten de determinada forma para provocar a los hombres, hay solo un ínfimo grado de perversidad, nótese que el contenido del discurso es el mismo, la diferencia reside en que uno lo piensa y el otro materializa el ilícito, pero el problema es idéntico, ya que ambos consideran que el mensaje es edificado por voluntad del receptor, cuando en realidad NO HAY UN MENSAJE! Esto refiere a una actitud que vamos a llamar "penegocentrica" en donde el individuo tiende a concebir no solo que él es el centro de atención, sino que él opera como un receptor de seducción o incitación sexual, esto es, ubicarse por sobre la otra persona creyendo que la voluntad de uno configura los actos del otro, es una especie de vasallaje psíquico. Lamentablemente una "patología social" aceptada en nuestra época.
¿Pero hemos llegado al colmo de la situación? Recientemente se ha transformado en viral la noticia de dos casos en donde se les impidió a las madres amamantar a sus hijos en espacios públicos por tratarse de actos burdos y de exhibición. Volvemos al inicio de la problemática, si una mujer se ve comprometida a dejar su seno al descubierto de forma momentánea para cumplir con su rol materno de algo tan básico y elemental como lo es amamantar a su bebé, el problema no es de la mujer, sino de todos aquellos que ven en dicho acto un hecho de exhibicionismo y contenido sexual, ¿por qué? por algo simple, no hay mensaje y menos aun receptor, la madre solo esta alimentando a su hijo porque este lo necesita, no sale la mujer a amamantar a lugares públicos porque le gusta, ni porque desee provocar, lo hace por una cuestión de necesidad fisiológica de su hijo menor.
El problema de este tipo de "patologías sociales" es que se tiende a normalizar y su aceptabilidad en el colectivo social es el germen que subyace en la configuración de la sociedad machista. La conciencia de la problemática y la educación en el respeto mutuo son herramientas indispensables para solucionar una problemática presente no solo en el ámbito mundano sino también en el discursivo.
¿Y usted qué piensa?
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