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¿Cuál es el objetivo del sistema educativo medio? (Por Francisco Tomás Petris)



El rol socializador que cumplen las escuelas es indiscutible, y no en vano muchas personas consideran a los colegios primarios y secundarios como el “segundo hogar” de muchos chicos y chicas. En esta breve reflexión solo quiero dar a conocer mi punto de vista y respuesta frente al interrogante que da nombre al artículo, sin adentrar en otras dificultades que vienen de la mano. Como bien dicen algunos, los problemas nunca vienen solos…  

El gran primer grupo de socialización con el que las personas se encuentran cuando son arrojadas al mundo es la familia (o al menos los que tienen la gracia de pertenecer a una), e implica una apropiación del mundo que nos rodea (siendo ésta inducida por los progenitores o tutores, y además en relación a la idiosincrasia de los mismos), sumándole una serie de valores, conductas, habilidades, conocimientos, etc. A medida que transcurre la vida, ese mundo que conocemos se va ampliando y complejizando a medida que se nos inserta en las correspondientes instituciones; esto implica la aparición de nuevos grupos de socialización con la clara función de introducir a los niños/as en la sociedad.  

Uno de esos grandes grupos de socialización en el que nos vemos arrojados es la escuela; en la primaria se enseñan los conocimientos elementales y básicos, añadiéndole una forma de ser que todos los estudiantes deben (o deberían) seguir: el status de alumno ideal, responsable, buen compañero, aplicado y sumiso.

Centrándome ahora en el sistema secundario, se la critica mucho sobre sus falencias y ciertamente muchas de ellas son acertadas, y no producto del punto de vista de una persona singular que pertenece a una clase social, respecto de la educación tanto pública como privada. Lo que quiero plantear ahora es lo siguiente: Claramente el colegio secundario posee sus fallas y aciertos, pero en el caso de las fallas lo que realmente importa no es remarcar el error, sino resaltar el por qué falla.

¿Por qué se puede decir que hay casos en los que el colegio secundario representa un fracaso a nivel institucional y hasta podría decirse, fracaso adaptativo o en todo caso, falta de actualización de los métodos de enseñanza y contenidos? Ésta pregunta abre una puerta a un salón de debate muy ruidoso y amplio que me gustaría obviar, porque a lo que apunto es a responder la pregunta que da nombre a éste ensayo, y no centrarme específicamente las fallas del sistema educativo medio. La pregunta del por qué falla me lleva a ésta premisa: si hay fallas es porque el resultado no era el esperado, la función del colegio secundario no se realizó exitosamente, o al menos no del todo. Esta premisa es la que me llevó a cuestionar el objetivo del colegio secundario.




La función que cumplen las instituciones educativas de todo orden, tiene directa relación con el objetivo que se proponen. Mi respuesta frente a ésta gran pregunta, es que los colegios secundarios tienden a la formación de ciudadanos, centrándose en la faceta productiva, generadora de mano de obra, ya sea especializada (estudiantes que ingresaran en las universidades y saldrán de allí con título en mano a la búsqueda de buenos trabajos o en todo caso, un trabajo bien remunerado) o no especializada.

Las grandes dificultades con las que se presenta la inserción en la universidad están muy ligadas al objetivo que se propuso cumplir el colegio secundario aunque solo en parte; en parte me refiero a que la reproducción económica del sistema en el que vivimos efectivamente se cumple, tarde o temprano, incluso las personas que no pudieron acceder al secundario, tendrán que insertarse en el mercado laboral para sobrevivir. El gran problema que puedo vislumbrar, es que en el colegio secundario no se potencia la capacidad psíquica de los/as estudiantes. Cuando hago alusión a esta falta de capacidad psíquica me refiero específicamente a la falta de desarrollo en lo que respecta al lenguaje, siendo ésta una de las creaciones más significativas del ser humano y que potencian su intelecto.

Dicen que un tropezón puede evitar una caída… confío en que en los años venideros se pueda reasignar el objetivo y la función del sistema escolar secundario para que vaya acorde a la idea de un progreso intelectual de la población en general, aunque ésta idea sea más propia de una utopía irrealizable… o no.
 


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