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Ser joven en el siglo XXI (4 Paradojas) (Por Gastón Coronel)


La juventud es una etapa de la vida bastante reciente en la historia de la humanidad. En nuestros tiempos adquirió su rango propio por dos razones principales: el aumento de la especialización del trabajo y el cambio generacional de valores
Anteriormente el paso desde la niñez a la adultez era mucho más rígido, y estaba condicionado por rituales concretos de incorporación a la sociedad. Hoy, en cambio, existe una brecha entre las etapas iniciales de nuestra vida y la "realización" del individuo productivo desde el punto de vista adulto; la extensión de la fase formativa, la dilación del ingreso al mercado laboral,  y la condición de estar "en medio" de dos momentos claves pero sin saber qué soy ni qué quiero ser, son evidencias de esto.



Pero, ¿qué significa ser joven en este siglo XXI? ¿Es una etapa positiva llena de oportunidades o es una fase necesaria que se sufre para alcanzar una condición futura? ¿Cómo nos ve nuestra época, como el potencial del progreso o como la generación desviada? ¿Qué significa aprovechar la juventud para prepararse para la vida adulta? 

Todas estas preguntas, y muchas más, son las que pasan por la mente de un joven mientras atraviesa esa inclasificable e indefinida fase sociocultural en la que entran en conflicto "lo que quiero ser" y "lo que debo ser", creando la sensación de que aún no soy nada. En este breve artículo intentaremos mostrar 4 paradojas que implica el hecho de ser joven en el siglo XXI, y qué tiene de goce o de displacer, de coherencia o absurdo, el paso desde la juventud a la adultez en nuestros tiempos. 





PARADOJA #1             

En los últimos 100 años se dieron cambios sustanciales en cuanto a la duración y la obligatoriedad de la educación formal. En este tiempo aumentó la extensión del paso por las instituciones formativas en un 300 por ciento y en nuestro país ya es un hecho la necesidad de cumplir con el ciclo básico de formación para acceder a la sociedad. Esto se ve reflejado en el aumento de las matrículas educativas, la mayor cantidad de contenido acumulado en las currículas, y la mayor cantidad de años entre el inicio del nivel inicial y el final de la educación media (sin contar la educación terciaria y universitaria que también tuvo cifras de aumento muy considerables en Argentina).

Sin embargo...

Según encuestas realizadas por varias organizaciones internacionales orientadas a la juventud (OIJ - CEPAL - INJU) la mayoría de los jóvenes de nuestro siglos, al finalizar sus estudios, tiene una considerablemente menor sensación de seguridad en la preparación para el trabajo. Es decir, pasó por el triple de años formativos que sus abuelos, pero finalizó teniendo 1/3 de seguridad de sus aptitudes para el trabajo de la que aquellos tuvieron al ingresar a su primer empleo.
Esto se suma a la difícil situación de desempleo que sufren la mayoría de los jóvenes de latinoamérica. Sin contar con acceso a empleos legítimos y dignos que les permitan seguir perfeccionándose al mismo tiempo que trabajan, al mismo tiempo que aquellos que consiguen empleos son en su mayoría "recomendados" o "acomodados" por algún adulto "conocido" que tiene una posición jerárquica en esa institución.

PARADOJA #2            

En nuestro siglo se dio una proliferación extraordinaria de la información disponible en casi cualquier tema de relevancia social, al mismo tiempo que la evolución de los mecanismos de acceso a esta alcanzaron dinámicas y facilidades inimaginables en otras épocas no muy lejanas. Hoy la ampliación de las redes informáticas ofrece una posibilidad de interacción con el conocimiento sin precedentes, y por supuesto que los sujetos más aptos y cercanos a estos medios y dispositivos son los jóvenes. Ya sea por el hábito mismo de convivir con las nuevas tecnologías, o por su característica manera de comunicarse en estos tiempos, casi la totalidad de los jóvenes del mundo a utilizado con cierta regularidad los buscadores de la web para enterarse alguna información.

Sin embargo...

Los jóvenes tienen cada vez menos oportunidades de participación directa en los espacios concretos donde circula el poder y la toma de decisiones que afectan al funcionamiento efectivo de la sociedad. Los modos de plasmar en hechos toda esa información y conocimiento incorporados con los nuevos medios de comunicación, son escasos. La distribución hiperjerárquica de las instituciones (tanto públicas como privadas) hacen que falten equipos intergeneracionales donde la impronta juvenil determine el rumbo de las acciones que configuran la sociedad. De este modo el joven tiende a hallarse excluido de los núcleos fundamentales de poder, exclusión para la cual los dispositivos de distracción y "entretenimiento" que vienen incluidos en el "progreso tecnológico" hacen una tarea fundamental de evasión de la realidad social.

PARADOJA 3#            

Esta paradoja tiene relación con las anteriores. Nuestro siglo se caracteriza, entre otras cosas, por el aumento del foco en los jóvenes para programas de asistencia, concientización, recreación, entretenimiento, etc. Son muy numerosos los ejemplos de planes regionales, nacionales e internacionales en los cuales se considera a la población juvenil como "en riesgo" o "desviada" y se le acerca asistencia localizada para alguna problemática o actividades para "reencauzar" las tendencias juveniles. De esta manera se instala una mirada del joven como un sujeto vulnerable, manipulable o moldeable.

Sin embargo...


Desde la mayoría de las instituciones que inician este tipo de programas no hay iniciativa para integrar a los jóvenes en la creación, diseño y planificación de los mismos. A la vez que es casi nula la participación juvenil en espacios de decisión política y social en general; siendo atacados, reprimidos o excluidos los pocos movimientos de impronta joven que surgieron en el mundo. De modo que la voz del joven en estos tiempos no pasa de ser, o bien un leve murmuro producido por alguna "consulta generacional" para alguna política concreta desde una mirada que ve al joven como un sujeto a controlar, a medir, o bien un grito de desenfreno que debe ser silenciado, acallado "por el bien del orden social"; instalando una idea del joven como peligroso o transgresor.

PARADOJA #4              

Por último, una paradoja que es tan profunda como esclarecedora, y sintetiza todo lo que hasta aquí hemos expuesto. Nos encontramos viviendo un siglo en el cual los discursos políticos (gubernamentales y no gubernamentales) están altamente cargados de contenido referido a la extensa ampliación de las libertades individuales. Se enumeran tratados, convenciones, programaciones, leyes, etc. que incorporan derechos muy variados; lo cual es un logro importante en relación a épocas anteriores. La lucha contra el trabajo infantil, la libertad de elección sexual, la lucha por la igualdad de género, los discursos sobre libre identidad, son algunos pocos ejemplos de ello. Esto se suma a la emergente cultura de la diversidad estética, artística, musical y demás manifestaciones del paradigma de pluralidad cultural que surgieron con mucha fuerza.

Sin embargo...

Estas libertades individuales entran en contraste con las reducidas posibilidades efectivas de realizarse como individuo joven autónomo y autosuficiente. Ejemplo de esto es la dificultad para acceder a la primera fuente de ingresos, a la vivienda propia, a servicios de protección social, obra social, seguros, etc. El joven es visto como un sujeto potencialmente útil, productivo, creador, fuerte, impulsador, pero a la vez no se le ofrecen recursos, herramientas y puntos de sostén, para que consiga plasmar concretamente esas libertades con actos autónomos de toma de decisión que afecten positivamente en la sociedad. ¿Cómo hacer para poner todas las energías frescas y juveniles en pensar y actuar para mejorar la sociedad si al mismo tiempo tengo que estar preocupado porque me siento excluido de la demanda laboral, y por ende de los servicios? ¿Cómo acceder al primer empleo si la primera condición de la mayoría de los empleos es la experiencia laboral? ¿Cómo conseguir autonomía de pensamiento y acción sin poder suplir las propias necesidades básicas? ¿Cómo ser realmente libre y sentir cumplidas las propias libertades individuales sin poder ser autónomo?

En conclusión...


Ser joven es algo complejo. Y serlo en tiempos raros como los que corren como hoy, atravezados tanto por discursos que celebran derechos adquiridos como por guerras religiosas y económicas, es más complejo todavía. Pero de todos modos, creemos que es fundamental no resignarse a ser moldeado y oprimido por el miedo, la inseguridad o la inacción. Para de este modo optar por informarse de los espacios de participación que actualmente existen, aunque sean escasos, para luchar porque nuestra condición de jóvenes pase a ser una fase rica, productiva, y provechosa para alcanzar una adultez más íntegra. Si no somos nosotros (los jóvenes) los que nos preocupamos y ocupamos de nuestra condición en la sociedad, nadie va a hacerlo por nosotros. Ya nos lo dejan bien claro los adultos bastante seguido: "En esta vida nadie te regala nada excepto la vida misma", pero "Hay que ganarse la vida". Pero entre toda esa confusión, y todas esos mensajes contradictorios, es fundamental integrarse, comunicarse, construir en conjunto, formar grupos, aprender y enseñar en un mismo acto, unirse y reconocerse singularmente al mismo tiempo. 
En principio, como un pequeño aporte de parte de los autores de este blog, le regalamos estas reflexiones a quien logre encontrarse o ser encontrado por ellas, y la información de que existe una Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ)
que cuenta con varios perfiles en redes sociales como facebook, twitter, etc., a la vez que con una página web. Los artículos que allí se publican sirvieron de fuente principal para la realización de este artículo.

Es bueno informarse y participar (en lo que cada uno puede) con los espacios destinados a la lucha por los derechos de los jóvenes.







"Muchas voces expresando -qué queremos ser- siempre van a sonar más fuerte que una sola vocecita gritando en la propia mente -cómo debemos ser-."

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